Iglesia de Santiago: el estilo dominante es el gótico, pero conserva restos románicos y su torre y sacristía son renacentistas de tipo herreriano. De planta de salón, presenta nave central con bóveda de crucería estrellada y ábside recto, con arco ojival y arquivoltas en el muro sur. En su interior se encuentran varios retablos, entre ellos el dedicado al Apóstol Santiago, obra de Juan Bautista Galán (de mediados del siglo XVII). Entre los objetos litúrgicos que alberga destaca una crismera gótica del siglo XV. Es sede de la Fundación Cultural Iglesia de Santiago y alberga una exposición permanente de obras del sacerdote local Delfín Gómez Grisaleña.
Iglesia de San Nicolás: de estilo neoclásico (aunque de origen gótico), destaca la elegante fachada principal, presidida por la imagen de San Nicolás. El templo está sostenido sobre columnas prismáticas cuadradas en las que descansa la hermosa cúpula de mediados del siglo XVIII. Sobre una imponente roca se alza la torre, rematada con cubierta a cuatro aguas.
Ermita del Santo Cristo de Barrio: de estilo románico con modificaciones posteriores, aparece ya documentada en 1076. Se encuentra en la parte norte del Desfiladero, en la margen derecha del río Oroncillo. En los muros aparecen empotradas laudas sepulcrales romanas y se conservan varias inscripciones en latín. En su interior conserva la pila románica (siglo XII), así como el retablo neoclásico dedicado al Santo Cristo y un sepulcro medieval.
Ermita de Nuestra Señora del Camino: se sitúa en la margen izquierda del Oroncillo, a la entrada norte del Desfiladero. De estilo popular, se desconoce la fecha exacta de su construcción (aunque se tiene constancia de su existencia en el siglo XVIII). Es un lugar de devoción para muchas personas que viajan por la Nacional-I y también para los peregrinos de la Vía de Bayona. La peña rocosa bajo la que se asienta sirve de cierre al edificio por su lado norte. La espadaña (con una tronera bajo arco de medio punto) se encuentra en lo alto de la roca y tiene un campanillo con yugo de madera.
Ermita de San Mamés: se sitúa en los Montes Obarenes, cerca de los Corrales de los Paúles. El lugar muestra varias cuevas, unas naturales y otras no, que fueron utilizadas por eremitas desde el siglo V. Los restos que pueden verse hoy son los del ábside de la iglesia (con una ventana saetera trilobulada) y parte del muro del presbiterio y la nave. Además, se observan dos tumbas y, junto a la ermita, la necrópolis (formada por quince tumbas excavadas en la roca).
Castillo de Santa Marta: construido en el siglo IX, se encuentra sobre una cresta rocosa en la que se conservan algunos restos de los muros de mampostería y un arco, además de escaleras talladas en la roca.
Fuerte de Santa Engracia: Se empezó a construir en 1797 y se sitúa sobre la montaña caliza que domina el pueblo y desde la que se divisa a un lado La Bureba y al otro el Valle del Ebro. Durante la Guerra de la Independencia fue tomado por las tropas napoleónicas y en 1813, coincidiendo con la retirada francesa, se mantuvieron en la fortaleza unos mil hombres hasta su rendición a manos del ejército mandado por el general Wellington. Tras estas luchas, el fuerte quedó muy deteriorado y, ya en 1823, fue arrasado por los llamados Cien Mil Hijos de San Luis. Actualmente puede hacerse un recorrido interpretado por los restos de la fortificación.
Antigua Cárcel: casona tradicional rehabilitada como Centro de Recepción de Visitantes del Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil. El edificio, de planta rectangular y tres niveles, está construido con muros de mampostería reforzados con sillares en las esquinas. En la fachada principal luce una puerta enmarcada por un arco apuntado.
Puente de la Magdalena: de la baja Edad Media (su construcción es anterior al siglo XI), sus escasos restos se encuentran a la entrada nordeste del pueblo, sobre el Oroncillo. Su existencia podría haber tenido relación directa con el nombre de la localidad (puente curvo).
-Arco de la muralla vieja: esta antigua puerta de acceso a la villa fue construida en el siglo XII y era paso obligado y lugar de pago del portazgo. En su entorno se observan los escasos restos de mampostería de la antigua muralla defensiva.
Fuente de los Carneros: de estilo neoclásico (de 1797), se construyó en piedra con ocho caños y está decorada con cabezas de carneros. Alrededor conserva un pilón.
Vía Aquitana: esta antigua calzada romana, la Vía de Hispania a Aquitania, unía las actuales Burdeos y Astorga y se cruzaba en Briviesca con la Vía de Italia (que comunicaba Milán con León a través de Tarragona). Su trazado coincide en su mayor parte con el de la Nacional-I. En Pancorbo, discurre por la actual N-I y atraviesa el Desfiladero en dirección a Ameyugo.